miércoles, 3 de diciembre de 2008

Churchill y los judíos


Ando leyendo un libro realmente interesante: Churchill and the Jews, de Sir Martin Gilbert. Impresiona de sobremanera hasta qué punto llegaba la admiración de Churchill por el sionismo, los judíos y la fe judía. Basten un par de ejemplos que recojo del capítulo que estoy leyendo.

En 1929 Churchill se encontraba en San Francisco. Estos años fueron los más duros de su carrera política: el gobierno conservador había sido derrotado en las elecciones del mismo año y el propio Churchill se encontraba en una posición difícil con su partido. Pero 1929 también fue un año duro para los judíos de Palestina. El 23 de agosto se inició lo que se conoce como la Matanza de Hebrón, un pogromo de árabes armados contra judíos. 135 hebreos fueron asesinados.

Pues bien, en una audiencia en San Francisco el 11 de septiembre, preguntado sobre los hechos en Palestina, Churchill dijo lo siguiente:

"Los árabes no tienen ninguna razón para estar en contra de los judíos. Los judíos han desarrollado Palestina, han hecho crecer árboles del desierto, han construido escuelas (...) han hecho de Palesina un buen lugar en el cual vivir. La Palestina de hoy es mucho mejor que la de hace unos pocos años".

Churchill sabía lo que decía. Unos años antes, en 1921, hizo un viaje a Palestina (por entonces, el Mandato Británico de Palestina). Quedó maravillado:
Estoy convencido de que la causa sionista no solo es buena para el pueblo judío, sino también para el mundo entero, incluidos los árabes que habitan en Palestina (...) Cualquiera que vea el trabajo de los judíos en Palestina durante los últimos treinta años se sorprenderá de los grandes resultados que estos colonos han conseguido.

Como hombre de fe (fe que se materializaba en la creencia de que detrás del moderno asentamiento judío en Palestina se encontraba la providencia divina), Churchill sentía un gran aprecio hacia el judaísmo y la historia bíblica. Acerca del profeta Moisés escribió:
Fue el mayor de los profetas. Habló cara a cara con el D-ios de Israel. Fue el héroe nacional que liberó al pueblo judío de la esclavitud en Egipto y que los condujo a la Tierra Prometida. Recibió de D-ios, además, un impresionante código religioso, moral y social para su pueblo.

A pesar de los errores que puedan achacársele, no cabe duda que Churchill fue un gran hombre... y también un gran amigo de los judíos.