miércoles, 25 de febrero de 2009

La imagen del Cristianismo mejora en Israel pero el resquemor sigue presente

La imagen del Cristianismo entre la población judía de Israel ha mejorado en los últimos años, pero aún refleja el recelo y el resquemor de siglos de antagonismo y persecuciones religiosas.

EFE/ ELÍAS L. BENARROCH A menos de tres meses de la visita del papa Benedicto XVI a Tierra Santa y después de un año de polémica en las relaciones judeo-cristianas por el proceso de beatificación de Pío XII, un estudio de dos institutos de Jerusalén refleja que la postura de los israelíes hacia el Cristianismo ha evolucionado favorablemente.

"Un 54 por ciento cree que debe ser estudiado en los colegios y la mitad de ellos ven y reconocen la importancia y la centralidad de Jerusalén para el Cristianismo", dijo a Efe Amnon Ramón, autor del estudio y miembro del Instituto Jerusalén para el Estudio de Israel.

Realizado por ese Instituto y el Centro de Jerusalén para las Relaciones Judeo-Cristianas, el estudio es el seguimiento de otro idéntico realizado en el 2000 antes de la histórica visita de Juan Pablo II, y compara los resultados con los de otros sondeos de menor alcance hechos en los años 70 y 80.

"La conclusión más importante es que la imagen que los judíos tienen del Cristianismo es compleja y multidimensional", asegura Ramón, quien percibe los nuevos resultados con optimismo dado el convulso trasfondo de las relaciones entre las dos religiones.

Uno de los avances es que un 42 por ciento de los encuestados considera al Cristianismo como "la religión más próxima al Judaísmo", en comparación con un 32 por ciento que ve así al Islám, que en contrapartida es considerado por la teología oficial judía como el credo más cercano.

Asimismo, el 50 por ciento ya no considera que el Cristianismo sea una "religión idólatra", histórica acusación judía por la imaginería que rodea al Catolicismo, a pesar de que para ambas religiones la adoración de ídolos sea una de las peores trasgresiones.

Pero siglos de persecuciones y conversiones forzosas han dejado también una huella indeleble, y los judíos aún ven con suspicacia cualquier iniciativa en la que perciban el más mínimo destello de "actividad misionera".

En un documento de dieciséis páginas, ambas instituciones exponen que "el aperturismo y la disposición a conocer el Cristianismo" chocan con posturas intransigentes avaladas por un 75 por ciento de los encuestados que se oponen a que "el Estado israelí destine tierras para la construcción de iglesias en Jerusalén".

Asimismo, sólo un 37 por ciento está dispuesto a que se enseñe el Nuevo Testamento en las escuelas, al considerar que se trata de un "libro misionero", según Ramón.

"Es una imagen llena de contradicciones la que los judíos tienen del Cristianismo", insiste el experto, para quien "lo realmente importante es la voluntad que hay de conocer a la otra religión".

Un interés que también se desprende del alto número de israelíes que han visitado una iglesia, el 71 por ciento, y de su nueva actitud hacia el símbolo de la cruz, ya que el 76 por ciento dice que no le molesta.

Aun así, el desconocimiento sigue siendo la palabra clave en la percepción judeo-israelí del Cristianismo, y los encuestados ni tienen ideas claras sobre sus distintas corrientes, ni de los históricos cambios en las posturas de la Santa Sede hacia el Judaísmo.

Un 58 por ciento de los encuestados confirmó ver "un cambio favorable de la Iglesia hacia el Judaísmo en los últimos cincuenta años", pero muchos desconocen la encíclica Nostra Aetate, que en 1965 eximió a los judíos de la acusación del deicidio, origen de siglos de antisemitismo en Europa.

El desconocimiento y las posturas negativas son mucho más pronunciadas entre los judíos que se declaran "religiosos", quizás porque ven amenazado su monopolio espiritual en Israel, un país donde el proselitismo está prohibido.

Otro foco de tensión proviene de israelíes liberales que ven las religiones, cualquiera de ellas, bajo una estricta óptica secular, y cuyas críticas o ridiculización del Cristianismo encienden la indignación de la Iglesia.

El caso más reciente ocurrió hace dos semanas, cuando un humorista ridiculizó a Jesús, de quien dijo estaba "tan gordo que no pudo caminar sobre las aguas", y escribió que la Virgen María "fue embarazada a los 15 años por un compañero de clase".

El Vaticano presentó una severa queja a Israel por las palabras del humorista y, en respuesta, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se excusó y expresó respeto por la Iglesia católica.